Mateos se reencuentra con un público que “tiró para arriba”
OCKERO ARGENTINO DIO UN GRAN CONCIERTO EN ASUNCION
Mateos se reencuentra con un público que “tiró para arriba”
El rockero argentino Miguel Mateos fue la estrella de una fiesta retro que organizó el pub Kilkenny para celebrar su segundo aniversario, en la antigua planta del centro de Cervecería Paraguaya (Estrella y Hernandarias).
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Miguel Mateos se reencontró 20 años después con el público paraguayo en aniversario del pub Kilkenny.
A la 01:45 de ayer, Mateos y su grupo abrieron el show con “Llámame si me necesitas (1987)”, un clásico de su repertorio. El rockero enganchó rápidamente a su público fiel, que le esperó dos décadas para poder revivir éxitos infaltables en las fiestas de colegio, casamientos y 15 años de la inolvidable década de los ’80 y primera parte de los ’90.
La presentación de Mateos siguió con “Obsesión”, “Si tuviéramos alas”, “Beso francés”, “Perdiendo el control” y la gran balada “Es tan fácil romper un corazón”, muy coreada por el público que cantó a la par del artista como si fuese un éxito actual.
Una clara demostración que el buen pop y rock que llegaban de Argentina a Paraguay en esos tiempos dejaron sus huellas imborrables en el corazón de los que ayer fueron adolescentes y hoy son padres de familia y no “estrellas de rock and roll” ni “presidente de la nación”.
Uno de los momentos altos del concierto llegó justamente cuando Mateos y su grupo “apretaron el botón” e iniciaron el hit “Cuando seas grande (’87)”, un tema que recuerda esa clásica pregunta a un adolescente que está por terminar la secundaria y que tiene un futuro incierto y la guitarra bajo el brazo “sin molestar a nadie”.
“Ya no vienen temas como estos de Argentina”, decía un eufórico padre a su esposa al finalizar cada tema de Mateos. La explicación está en la fuente de inspiración musical del rockero. Mateos no solo confesó ayer en público sino también interpretó tres temas de sus autores preferidos: “Let´s dance”, de David Bowie; “Notorius”, de Duran Duran, y “Sweet Dreams”, de Eurithmics.
Luego de una hora y media de show, sin bis, el rockero argentino dejó para el final su gran éxito “Tira para arriba (’84)”, un himno de esperanza para los civiles que luchábamos por la democracia en plena dictadura militar. Ayer el tema fue interpretado con el mismo entusiasmo como hace 20 años en el desaparecido complejo deportivo Galaxia (cerca del Jardín Botánico).
Dos grupos covers (The Kilks y Los Kalas) se encargaron de preparar el ambiente previo al concierto de Mateos, con buenas interpretaciones que recorrían el rock clásico, pop y disco, mientras en pantallas gigantes se proyectaban videos musicales e imágenes de series televisivas de los ’80.
Buena música y organización impecable, condimentos pocas veces visto.