Al rescate del rock argentino
Posted by Mateista on Saturday, June 27, 2009
Martes 23 de junio de 2009
Al rescate del rock argentino
A través de reediciones y ciclos televisivos respetuosos y hechos con criterio se mantiene viva la memoria de nuestro estimado rock local.
Cuando una compañía discográfica decidía desempolvar del arcón de los recuerdos algún material para reeditarlo, habitualmente apelaba a los llamados “artistas de catálogo”, es decir aquellos clásicos que a pesar del paso del tiempo conservan un atractivo especial para el público y siempre son un imán de ventas en las bateas. Claro que, en muchas de esas ocasiones, este era un ejercicio silencioso y sin demasiada promoción, al punto tal que se concretaba a espaldas de los propios músicos y, para colmo, violando el arte original de esos discos al reemplazarlos por diseños “supuestamente” modernos pero que, en realidad, eran por demás desagradables y no tenían ninguna relación con la obra.
Afortunadamente, los sellos comprendieron que todo ese rico arsenal musical podía llegar a las nuevas generaciones con una mejor calidad y fidelidad, y en esa movida, sin dudas, el rock argentino ha sido gratamente beneficiado. Cada tanto, alguna compañía anuncia el relanzamiento de su catálogo de rock local pero ahora lo hace en ediciones remasterizadas, sumando temas inéditos o en vivo a modo de bonus tracks, respetando el diseño gráfico genuino y, muchas veces, incluyendo las letras de los temas, una entrevista y un texto que nos ayuda a ubicarnos en el contexto en el que apareció dicho material. El aporte de los propios protagonistas, sean bandas o solistas, junto a periodistas especializados o productores que, en un verdadero trabajo de arqueología y a modo de curadores, rescatan a conciencia y con respeto aquellas grabaciones, demuestra a las claras de que ha cambiado, y por suerte para mejor, el concepto de mantener viva la memoria cultural.
Ya no se trata de recurrir de manera exclusiva a los “artistas de catálogo” (que siempre son rendidores); muchos nombres olvidados de los setentas, ochentas y noventas que no habían sido editados en CD, ahora están disponibles para todos: los que quieren reemplazar los viejos vinilos por los más cómodos compactos y aquellos que recién ahora los descubren.
En ese sentido, desde fines del año pasado Sony Music viene reeditando varias “joyitas” del rock nacional, con la dirección del respetado y experimentado periodista Alfredo Rosso. Después de Moris con su Fiebre de vivir y Yo vivo en esta ciudad, álbum debut de Pedro y Pablo cuyo edición original data de 1969, la colección planea agrandarse con las inminentes salidas del primer disco de La Cofradía de la Flor Solar, los compilados Mandioca Underground y Pidamos Peras a Mandioca (nombre del primer sello discográfico del rock argentino), el álbum debut de El Reloj (incluyendo los simples) y los únicos trabajos de Clap (1986) y Bel Mondo (1998), ambos proyectos liderados por Diego Frenkel antes y durante el receso de La Portuaria respectivamente.
Lo saludable de toda esta empresa es que mantener vivo en el recuerdo a los grandes discos de nuestro rock superó la mera labor de los sellos para desembarcar en la televisión, como muy bien lo evidencia Elepé, el brillante ciclo que todos los lunes a las 22 hs. pone en el aire Canal 7. Allí, los propios músicos, más periodistas, productores, diseñadores gráficos, letristas, arregladores, ingenieros de sonido e invitados desgranan paso a paso el desarrollo de las diferentes grabaciones con anécdotas y detalles técnicos de sumo interés, inclusive hasta didácticos, para melómanos y fans de la música en general. Desde Almendra, Los Gatos y Pedro y Pablo hasta Virus, Miguel Mateos/Zas, Fabulosos Cadillacs, Auténticos Decadentes y Fito Páez, pasando por Serú Girán (foto), históricos trabajos discográficos son reseñados y redescubiertos en una verdadera tarea titánica que merece el aplauso.
Suele decirse, y con razón, que cuando se mira todo el tiempo y únicamente hacia atrás, lo más probable es tropezarse con lo que se tiene por delante. Pero también es cierto que conservar fresca y activa la memoria nos permite comprender, abarcar y disfrutar mucho mejor del presente de nuestro querido rock argentino y avizorar cómo puede llegar a ser su futuro.